La designación de Alejandra Ortiz como candidata de la coalición Morena-PT a la alcaldía de Chilchota ha desatado un fuerte rechazo entre la militancia, quienes han expresado abiertamente su oposición e incluso han redactado un documento para manifestar su decisión de votar en contra de esta candidata. A pesar de que fue propuesta por el Partido del Trabajo, se percibe que su origen político proviene del PRI.
Por otro lado, ante la hostilidad recibida por parte de los simpatizantes de Morena, los representantes petistas de Alejandra Ortiz han decidido adoptar una postura más pragmática, limitándose a aprovechar la candidatura como una oportunidad de negocio y sin invertir más recursos en la campaña, como lo evidencia el caso de los autobuses requeridos para el mitin de Claudia Sheinbaum.
Los organizadores de la visita de la candidata presidencial proporcionaron fondos a los representantes del PT para alquilar y movilizar 40 autobuses con el fin de llenar el evento del pasado fin de semana. Sin embargo, los seguidores de Alejandra Ortiz optaron por retener el dinero y no llevar a cabo la operación, lo que refleja su disminuida influencia entre las bases de la izquierda en Chilchota.